20 May No aprendemos a callar
Lino Bielsa.- Sola, de una belleza vetusta, en un rincón de la tienda, se encontraba la cámara de un antiguo estudio fotográfico. Su visión atrae al amante de la fotografía y como la de cualquier amante conduce acariciar de objeto de atracción. Su fecha de fabricación debe rondar los albores del siglo XX o finales del XIX, para su más de un siglo, su aspecto es impresionable.
Uno que es un bocazas y bastante irreflexivo, manifiesta su interés en realizar una fotografía con semejante artilugio, solo decirlo sé que he metido la pata; la depositaria de la cámara acepta inmediatamente y me invita a su utilización.
Ahora no solo debe haber caricias, comienza una inspección a fondo de la cámara y sus componentes. El fuelle está bien, solo unas pequeñas grietas en la esquina de un pliegue que se resuelven con un poco de cinta aislante negra.
El objetivo con algún bollo que otro, es eso un objetivo que no tiene obturador, bueno comienzan los problemas. Intento mover el diafragma y se encuentra absolutamente bloqueado, las cortinillas del iris debe hacer una eternidad que no se mueven y la grasa que en su día las lubricaba se ha solidificado soldando las láminas. ¿Qué hacer? Primero desmontar el objetivo, solo quitar la lente anterior, coger un secapelos y calentar las láminas del diafragma para que la grasa se reblandezca, después de varios intentos el diafragma responde y con grandes esfuerzos se puede abrir y cerrar. Se vuelve a montar el objetivo y se continua la inspección, longitud focal 350 mm diafragma f/4,5 a f/45.
En la parte anterior hay dos agujeros que deben taparse, la cinta aislante vuelve a salvar el problema, en su día debieron ser los que utilizaba el soporte del obturador, hay en su inferior unos cables sueltos que se conectan a un enchufe exterior de baquelita de los tiempos de Edison.
No tenemos obturador, no tenemos tape del objetivo, este está bollado. ¿Cómo realizare la exposición? Si el día es un poco gris haciendo la foto a la sombra y empleando una placa de poca sensibilidad, puede ser que la exposición sea superior a 1 segundo, y con el fallo de reciprocidad alargar esta exposición a los 3 segundos, con lo que permite actuar con el tapón del objetivo.
Tras mil pruebas la única solución fue la ejecución de un tape realizado con paspartú negro y cartulina del mismo color reforzado todo con la inefable cinta aislante negra, este tapón se debía hacer de la suficiente profundidad unos 6 o 7 centímetros para que a pesar de la abolladuras no entrara luz una vez puesto.
Resueltos los problemas del frontal de la máquina se examina la placa de enfoque y el porta placas, Forman un conjunto montados sobre una corredera que una vez enfocado el conjunto se corre por una guía y se deja en lugar de la pantalla de enfoque el porta placas. Hasta aquí, todo bien, el porta placas se puede extraer del conjunto y es una obra de arte de la ebanistería posee una cortina de listoncillos de madera montados sobre una lonilla que obscurece el frontal de la placa hasta el momento de la exposición que debe abrirse, la parte posterior por donde se coloca la placa es un simple postigo de madera.
Al examinar el porta placas se ve que está ejecutado para placas de vidrio, no para nuestra placas de celulosa u otros materiales plásticos, más delgados que el vidrio. El plano de la película debe coincidir con el plano de la pantalla de enfoque. Tenemos un problema, las dimensiones del hueco para ubicar las placas era de 13×18 cm. Las placas que disponemos son de 4×5 “.
Pedro gotera y Otilio, chapuzas a domicilio se ponen en acción y después de dos días y viendo que el espesor de un paspartú negro coincidía con el espesor de un vidrio sencillo que era el que se utilizaba para las placas de vidrio se realizo un montaje con unas pestañas de cartulina negra para sostener la placa de T-Max 400, la única que teníamos a mano, sabedores que esta alta sensibilidad nos causaría problemas ya que nos reducía mucho el tiempo de exposición.
Dado la alta sensibilidad de la película se debió investigar con utilizarla con una sensibilidad de 100 ISO. En la página de Digitaltruths encontré los tiempos de revelado para utilizar esta película con un ISO 100/200 y el revelador Xtol de Kodak. La pagina mencionada es muy recomendable.
Llega el día de gran prueba, Día de la Faldeta de Fraga. Nos trasladamos a fraga con el Comando Rufas, dispuestos hacer funcionar el artilugio infernal. Necesitábamos un día gris con poca luminosidad para tener una exposición larga que nos absorbiese los errores, pues no, el día fue muy luminoso sin una nube y para que no se menease nada bien ventoso. La exposición que nos dió a la sombra fue f/45 t=1/4 segundos. Nada de lo que teníamos previsto, esto con un ISO 100. Hagamos lo que hagamos quitando y poniendo el tapón, por muy exacto que lo hagamos el error superará 100%. Por lo tanto la placa quedará sobreexpuesta y foto resultante será muy blanda.
No era un tiempo muy bueno pero había que intentarlo, había un escenario que simulaba una escuela antigua donde se sentaban los niños con el atuendo del día. Todo esto en plena calle y con un montón de gente, y claro a pesar del tamaño de la placa un 350 es un tele, por lo que nos tuvimos que poner en diagonal a la escena cortar la calle, montando el correspondiente numerito y realizar la exposición a ojo de 1/4 segundo quitando y poniendo el tapón del objetivo. Lo del tiempo es un eufemismo fue una exposición a suerte y ventura como los toreros.
Después del correspondiente revelado, lavado, secado, escaneado el resultado es el que se ve en la imagen, el movimiento de los críos es propio del tiempo de la exposición, el resto el viento.
Resumiendo: El resultado a pesar de todo fue mejor que lo esperado, siempre hay más problemas que los previsto, por lo tanto hay que meditar antes de hablar porque uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras.
Esta foto se realizó como homenaje de AFIB a nuestro apreciado Enric Filella.
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