Foto: Enrique Armisén (2007)
Foto: Enrique Armisén (2007)
Parece que fue ayer y ya tenemos un cuarto de siglo a nuestras espaldas. En 1982 muchos de los que hoy somos AFIB ni siquiera habíamos tenido una cámara de fotos en las manos. Algunos porque ni siquiera habían nacido y otros porque todavía no nos había picado el gusanillo. Algunos más, como Antonio Clavero, impulsor de esta idea, eran conocedores de los secretos de la luz y enseñaban fotografía a los que iban llegando. A finales del 82, el año que marca el final de la transición, después de unos cuantos cafés y tertulias para diseñar lo que queríamos ser, los 16 socios de AFIB ya teníamos los estatutos que describían nuestros objetivos.
Los comienzos, como en casi todo en la vida, no fueron fáciles. Más que una simple asociación éramos un grupo de amigos con una ilusión y unas ganas que no nos han abandonado nunca. Recordamos el local de la calle Argensola 47, con suelo de damero, donde instalamos nuestro primer laboratorio y que ahora flota en el aire de la plaza de la UNED. Aquellas excursiones por pueblos abandonados, cursillos, concursos y exposiciones fueron haciendo el camino. Luego llegó la incursión en las nuevas tecnologías, el vídeo y la imagen digital. La colaboración con distintas asociaciones e instituciones de la ciudad han sido y son una constante. Así hasta hoy, con más de 60 socios y la misma ilusión.
En 2007 AFIB cumplió 25 años nos planteamos cómo contar lo que somos. De ahí surge el proyecto más importante en el que nos hemos embarcado hasta ahora. Cuatro exposiciones simultáneas que quieren reunir todo lo que es fotografía en Barbastro, cuatro puntos de vista que aúnan las miradas de los fotógrafos de antes y de ahora:
«Un siglo de fotografía en Barbastro» y «Retratos y retratistas» son un repaso a la evolución que hemos experimentado en un siglo trascendente y un homenaje a los fotógrafos que lo han hecho posible.
Como contrapunto, un día cualquiera del año 2007. La vida cotidiana que generalmente nos pasa desapercibida y que en este caso es el objetivo de nuestras cámaras. «Un día en la vida de Barbastro» es un trabajo de lo actual, pero que mañana será historia.
Y finalmente, «El ojo múltiple», una idea recurrente en nuestra trayectoria donde presentamos algunas de las fotografías que preferimos.