Paseando con el sombrero
LINO BIELSA.- La niebla cubre el paisaje, solamente se perciben las cepas cercanas como sombras fantasmales. A cada paso crepita la tierra bajo la suela de las botas, el roce se la ropa se percibe con más intensidad de lo habitual, los ruidos exteriores casi no se oyen, acaso el chisporrotear de la línea eléctrica de alta tensión y, solo al pasar bajo ella. El simple atuendo del sombrero impermeable, para evitar que la humedad de la niebla penetre en la cabeza, produce un aislamiento del mundo exterior, creando un estado en el que solo existe el paseante y sus...