Festival BFoto 2017: Mundo feliz
BFOTO, el Festival de Fotografía Emergente que se celebra en Barbastro, cumple su cuarta edición, manteniendo su esencia y consolidando las propuestas, a la vez que se incorporan nuevas ideas que le aportan un carácter dinámico y participativo. En este sentido, el festival es un reflejo de su tiempo y este año el concepto de Mundo Feliz sirve como elemento cohesionador de todo el programa de actividades.
El Festival apuesta desde sus inicios por la formación y la fotografía emergente, dando cabida a autores de trabajos de gran calidad que todavía no han encontrado los cauces adecuados para su distribución. Otra de sus piedras angulares es el acercamiento de la fotografía a los ciudadanos, buscando la reflexión en torno a la actividad fotográfica y el conocimiento de los procesos creativos que acompañan a cualquier fotografía. No se trata solo de hacer fotos, sino de disfrutar del propio trayecto, haciendo que el público conozca y ame todo aquello que hace.
La formación a través de talleres, visitas guiadas y el visionado público de porfolios se refuerzan con el paralelo Encuentro de Escuelas que tiene lugar por primera vez en la presente edición.
La fotografía está en la calle en BFOTO. Además de las exposiciones, las Verotipias muestran esas fotos más cercanas pero que se mimetizan con el hormigón de las paredes del río Vero o con las vallas metálicas de las calles, para mostrar cómo son las gentes de la ciudad o cómo son las fotos que hacen los niños de los colegios de Barbastro.
En esta edición, el Festival da cabida a un gran número de fotógrafos aragoneses, a la vez se refuerza el carácter internacional con la participación de proyectos de 15 nacionalidades en la Convocatoria de Emergentes. Por otra parte, la ciudad del Vero se desborda de fotografías y las exposiciones comienzan a llegar hasta las bodegas del Somontano y galerías de arte de Huesca y Zaragoza.
Se trata, en esencia, de hacer un Festival que todo el mundo pueda considerar propio, en el que se desacralice la fotografía, permitiendo la participación de todo el mundo. Los tiempos de las paredes en las que se colgaban fotos enmarcadas han dado lugar a otros en los que la imagen está hecha para ser compartido desde el conocimiento y el puro disfrute, donde la fotografía viva en las calles y cualquiera pueda ser un autor más del festival.
